Hace poco leí un artículo titulado ¿Tienes estilo? de la revista Glamour. En general los textos no me llamaron mucho la atención, pero hubo uno que me hizo parar a pensar: ¿Es necesario EL RELOJ en tiempos del smartphone? Algunas de vosotras, queridas lectoras, os encogeréis de hombros ante esta pregunta porque, en realidad, ¿para que queremos el reloj si con un solo vistazo al móvil podemos saber la hora? En Glamour, Alejandra de Borbón contesta la pregunta diciendo que ella solo usa el teléfono, pero que no se ha de descartar el reloj como un buen complemento. Esta simple respuesta, en la cual se desplaza a los relojes a la categoría de simples complementos, me hizo coger todas las revistas de moda que tenía almacenadas y comenzar a revisarlas. ¿Mi conclusión? En todos esos reportajes de moda, en todas esas fotografías no hay apenas una simple aparición de este famoso objeto que hace que el ser humano se crea capaz de controlar el tiempo.
Eso me sorprendió, lectoras, no voy a mentir. Con dieciséis años les pedí a mis padres un reloj "de verdad", es decir uno de esos que nunca te quitas y que al final te duran toda la vida. Cuando en mi cumpleaños abrí aquella cajita y vi mi nuevo reloj, estaba súper emocionada.Ni que decir que no me lo quito para nada. En las clases me sirve para controlar el tiempo que el profesor está hablando, el tiempo que tarda una amiga en bajar de su casa y encontrarse conmigo, etcétera. Para mi, el reloj es como un amigo eterno, no un simple complemento que puede pasar de moda. De todas formas no puedo negar que como accesorio, un reloj, no tiene pérdida, así que a continuación os dejo algunas fotos que muestran al protagonista de la primera entrada del blog.
Aquí dejo otras formas de llevar el reloj, esta vez con un toque bohemio.
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